Yo es que tengo una especial debilidad por esta saga, más que nada por la estética y la ambientación lograda, y particularmente encarnada en el personaje de Selene, la vampira o vampiresa, interpretada por Kate Beckinsale, que vuelve en esta cuarta entrega tras ausentarse en la anterior.
Underworld (la primera) fue bastante innovadora en este sentido visual, porque la trama de ver vampiros contra hombres lobo no es que sea original ni elaborada, pero para los amantes del género es un must see. Y si encima tienes a Kate Beckinsale caracterizada como está, más.
La trama original, de Alexander Corvinus, y el híbrido licántropo-vampiro, todavía daba para la primera entrega. La segunda, atando cabos y planteando una persecución con uno de los vampiros más antiguos estaba entretenida. La tercera, precuela, todavía se podía ver, aunque sin Beckinsale.
En esta, para aprovechar el 3D se le da mucho peso a la acción, y el argumento está encaminado a ello: el contagio de la población por vampiros o licántropos se ha disparado, lo que obliga a los humanos a hacer una "purga", en la que cazarán a Selene y Michael. Selene despierta años después tras haberla tenido retenida en un laboratorio, y siendo perseguida.
Como digo, el guión no va mucho más allá, pero al menos se conserva la estética cuidada de trajes góticos y escenas oscuras iluminadas por los ojos azules de la protagonista (se le vuelven de azul intenso cuando ataca). Por tanto, para seguidores de la saga, no mucho más.
Las películas de Underworld han ido y van por los mismos derroteros de las de "Resident evil" (que dicho sea de paso, prepara el estreno de la 5ª entrega, ver trailer aquí), intentando estirar el chicle todo lo posible, con protagonista femenina agresiva, y orientado cada vez más a lo visual por encima de un argumento sólido, que, de tenerlo podríamos hablar de otra cosa. Y no será porque no hay guiones buenos en el género (vease desde luego el mundo del comic con "The walking dead" o "American vampire").
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