miércoles, 16 de mayo de 2012

The Grey (Infierno blanco, 2011)

Esta película muestra un desgarrado intento del ser humano de encontrar un sentido a su vida, y de buscarlo donde ya no queda nada. En "The Grey", el director Joe Carnahan, presenta a Ottway, un hombre deshauciado, sin esperanza y sin ganas de seguir adelante. Además, la acción se inicia en una planta industrial en Alaska, lo que acentúa la frialdad de la situación del protagonista. Contratado por la empresa de la explotación para cuidar el perímetro del peligro de los lobos, Ottway es un cazador experto, pero se siente alejado del amor de su vida y sin posibilidades de recuperarlo, por lo que decide suicidarse. Justo antes de llevarlo a cabo, el aullido de un lobo lo detiene.

Posteriormente, se embarca en un vuelo de regreso junto con unos cuantos trabajadores de la planta, pero el vuelo se estrella en una escena espectacular en mitad de la nieve, y los supervivientes se encuentran en una situación similar a la de "Viven", pero no exactamente igual, porque son acechados por una manada de lobos que sienten invadido su territorio.



Es la película sobre lobos que más me ha impactado, la verdad, por la ferocidad y la astucia con la que son presentados. La escena en la que Ottway se enfrenta con una antorcha en la mano a la más negra oscuridad y van apareciendo pares de ojos brillantes apenas a 5 metros de él es impresionante. Me gustó mucho más que Frozen, cuyo argumento está relacionado, y que comenté aquí hace poco.

Así que la película se desenvuelve bastante bien mostrando una lucha por la supervivencia de un puñado de hombres, que gracias a Ottway tienen alguna oportunidad contra los enormes lobos. Pero Carnahan sigue llevando la historia hacia el por qué de la sensación de pérdida de la pareja de Ottway, la relación con su padre en su infancia y su lucha desesperada por encontrar algo que le haga seguir resistiéndose a morir. Y desde luego el director lo realiza, llevando una película vibrante en su inicio a momentos de reflexión bastante pausados hacia el final, eso sí, acompañados por una selección visual de la naturaleza impresionante. Y es cuando el protagonista cuestiona la existencia de Dios, y su misericordia, cuando pienso particularmente que desvaría un poco, y que pierde un tanto el norte de lo mucho que había conseguido "The Grey" hasta entonces. Aún así, el final es de los que te dejan impactado y pensando.

Es una película del hombre contra la naturaleza y el hombre contra sí mismo, mucho más emocionante en la primera faceta para mí gusto, pero de una bella frialdad o fría belleza interesantes.



2 comentarios:

  1. Liam Neeson entre lobos, al más puro estilo Jack London, soledad y aventuras en tiempos de crispación... y el romanticismo de lo blanco, la luz, la nada, ¿o el todo? ¿A alguien más le ha recordado a Gordon Pym? Saludos!

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  2. No lo he leído pero coincido en el romanticismo y lo filosófico del film. Gracias por tu comentario!

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