viernes, 1 de abril de 2011

Cine diferente sobre vampiros (I): El ansia (1983)

Aquí vamos con un par de entradas sobre películas de vampiros, pero no las películas que pululan por la cartelera, que cada vez son más iguales y más aburridas (hasta se han visto vampiros que brillan al sol), sino que vamos a comentar dos películas que me han parecido interesantes, originales en su enfoque, con más interés por los personajes que por los espectadores.

Para mí fue una decepción por ejemplo "Daybreakers" (2009), de la que esperaba mucho más por el planteamiento que tenía, pero que fue un triste desacierto. Por el contrario, apuesto por obras como "Déjame entrar" (Lat den rätte komma in, 2008), que fue toda una revisión del género y que parece además que ha gustado bastante entre un sector del público de todo el mundo.

En esta ocasión voy a comentar la película "El ansia" (The hunger) de Tony Scott, y vaya por delante que tiene unos añitos (1983) pero que había leído que abordaba el tema vampírico con bastante seriedad. La historia trata sobre una pareja de "inmortales" viviendo en los años 80, con mucho aire decadente pero disfrutando su naturaleza en el ambiente underground oscuro de dicha época. Él, John, interpretado por David Bowie (lo cual encaja a la perfección con la estética del film), empieza a sentirse cansado y viejo. Ella, Miriam, papel que realiza una aún muy bella Catherine Deneuve, está destinada a sobrevivirle, a perdurar mientras diferentes amantes convertidos a partir de su sangre inmortal van pereciendo al cabo de los siglos.


La situación es bastante desoladora porque ¿cómo vive un inmortal sus momentos próximos a la muerte, su envejecimiento irremediable? Y a la vez, ¿cómo vive el otro inmortal su obligada soledad durante tantos años? Bueno, como están en el siglo XX es posible investigar para encontrar una cura. Es aquí donde aparece una científica, Sarah, es decir Susan Sarandon, que está estudiando el envejecimiento en animales y cuya investigación atrae a John y Miriam.

La historia no es para nada de terror, sino una reflexión sobre los sentimientos de soledad del ser humano (bueno, del ser). Me parece que el mito vampírico está tratado con una perspectiva dramática muy interesante, algo similar a lo que le ocurre a Lestat en los libros de Anne Rice, y que necesita de Louis para anclarse a la nueva época que está viviendo y no desvanecerse en el olvido.

Miriam se acercará a Sarah con técnicas de atracción sexual que le serán difíciles de ignorar y, bueno, puede que llegado el momento haya algo de lesbianismo... La película tiene un ritmo muy pausado, y la sensación que deja, como mencionaba, es de soledad. Y el final es inesperado, a mí me lo pareció, aunque creo que se perdió algo al trasladar la novela original. No es que la haya leído pero los cambios de actitud finales de Sarah parecen algo atropellados.

Yo me quedo con la escena del piano, donde Miriam toca el Dueto de las Flores de la ópera Lakmé, de Delibes. Había oído la última parte con el coro, que está hiperexplotada, pero el principio con el piano es buenísimo.

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