martes, 22 de febrero de 2011

Once (2006)

Once (Una vez), escrita y dirigida por John Carney, es una película independiente que cuenta la historia de un chico (sin nombre, interpretado por Glen Hansard) que ha dejado a su novia y se gana la vida arreglando aspiradoras en la tienda de su padre y pasa el tiempo cantandole a su acabada relación en las calles de Dublin. Ese espíritu bohemio y melancólico atrae a la "chica" (int. Markéta Irglová), que es una joven checa que ha emigrado e intenta ganarse la vida como puede.

Él está hundido, sin rumbo, y sólo se siente a flote al apoyarse en su música. Ella resulta ser músico también y no tiene a nadie salvo su madre y su hija, al estar separada. La película resulta ser un musical "underground", por llamarlo de alguna manera, porque ambos empiezan a combinarse cantando juntos y acompañándose en las canciones creadas por él. Es decir, ¿a quién no le gusta la música?, pero es una película en la que las canciones desempeñan el papel más importante.


Las canciones narran cómo ha vivido él su relación con su ex pareja, y se aplican a estados emocionales de la vida, y cómo lo puede sentir cada uno. El estilo musical es pop - folk rock, y muy personal. Es recomendable, de hecho voy a tener que volver a escuchar la banda sonora porque me ha gustado bastante.  En realidad, los dos actores son músicos. Glen Hansard es componente de la banda irlandesa The Frames (varios albumes), y Markéta Irglová también ha publicado algunos discos. Habrá que escuchar algo.

El chico se decide a grabar su música antes de emprender su viaje de vuelta con su ex novia, aunque siempre queda la duda de si no quiere volver con ella por imposibilidad de hacer otra cosa. Aún así, en el proceso de grabación se estrecha la relación y ambos se replantean su vida.

La cosa se complica porque, aunque los dos personajes conectan claramente, la vida no es tan sencilla generalmente. En las canciones, se compenetran perfectamente, pero por sus circunstancias personales se encuentran muy alejados. La realidad de cada uno mata el momento y lo que podría haber sido una historia de amor se convierte, una vez más, en la historia de unos amigos. Él decide reencontrarse con su novia y ella vuelve con su marido, para que su hija no crezca sin padre. Si "Once" durase más probablemente se perdiera el tono de la historia y se volviera más dramático, intuyo. En este punto de sus vidas, se abrió una ventana para asomarse a otro mundo, donde todo tiene otro color, suena distino, pero al final, y tal como acaba la película, él se marcha ella se queda dentro de la casa, aún anhelando lo que habría fuera y lo que "una vez" vivió.

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